La Feria de Sevilla está a la vuelta de la esquina y los vestidos de
flamenca ya están saliendo del armario la puesta a punto. Una buena
opción para estos vestidos es hacerles una limpieza en seco, siempre que
se utilicen los materiales adecuados. Es difícil lavar en lavadora este
tipo de trajes por la variedad de telas utilizadas.
La más utilizada es la que se conoce como popelín o poplín, pero
cada vez se añaden más tipos de tejido para contrastar y crear vestidos
únicos: tul, cachemir e incluso tela vaquera. La moda flamenca ha
evolucionado muchísimo y cada vez se ven más combinaciones que antes
eran impensables. La desventaja es que cuanta mayor cantidad de telas
haya más difícil será el lavado porque puede ser que alguna destiña y
manche alguna zona del vestido.
En los complementos se usa terciopelo, raso, encaje y flecos que
dificultan su lavado en lavadora. A la hora de lavar los trajes se
recomienda quitar los complementos que sea posible, como los flecos,
para que no se enreden, y limpiarlos a mano. De esta forma evitaremos
tener que comprar nuevos complementos al año siguiente.
También hay que tener cuidado con el planchado: algunas telas se
tienen que planchar con vapor y otras no aguantarán muchos grados. Por
eso es bueno conocer el tipo de tela del que está hecho el vestido y no
cometer ningún error que arruinase el traje. Un truco para evitar
planchar mucho estos vestidos es guardarlo colgado de una percha normal:
al darle la vuelta los volantes de apiñan y acaban muy arrugados al año
siguiente.
En este tipo de vestidos, una limpieza en seco o lavarlos a mano
parte a parte siempre son buenas opciones para no estropear la tela. De
esta manera podremos aprovecharlos durante mucho tiempo haciéndole
pequeños arreglillos para que siempre sean distintos al año anterior.